Apreciaciones arquitectónicas sobre Navarra, La Rioja y País Vasco

Viajar en el espacio es imprescindible pero viajar en el tiempo sin moverse no es menos importante.
Así lo hicimos una tarde de lunes. Nuestras mentes peregrinaron por unas horas a una geografía repleta de magníficos atributos, desde su fértil paisaje hasta su rica cultura inseparable de su gente, su etnografía y su patrimonio: Navarra, La Rioja y País Vasco Pintores en Madrid. Se trataba de intercambiar impresiones sobre el viaje organizado por Enrique Rodríguez en junio de 2009. Era una excusa para hablar de arquitectura sin obstáculos.Comenzamos hablando de Le Corbusier y de su "Voyage a l'Orient" cuando contaba con veinte años y de sus escritos que cumplen hoy casi un siglo -1911- donde planteaba más preguntas que respuestas. He aquí la importancia de viajar, de abrir nuevos interrogantes al contemplar nuevos horizontes.Viajar también supone ver, recorrer, palpar, sentir, pensar... y así continuamos charlando sobre la obra de tres expertos en la conjugación de tales términos con la materia. Nos referimos a los escultores Jorge Oteiza, Eduardo Chillida y Richard Serra.



Aprendimos un poco más sobre sus biografías y sus obras, descatando sus similitudes y sus diferencias tras haber experimentado el Museo Chillida-Leku en Hernani, el Museo Jorge Oteiza en Alzuza y el Museo Guggenheim en Bilbao.A continuación pasamos a presentar a alguien que mira de reojo a los artistas ya que pocas veces ha trabajado junto a ellos pero que siempre le encanta trabajar con los materiales, reinventándolos desde una posición nada caligráfica. Evidentemente estamos describiendo al facundo e inefable Francisco Mangado.En primer lugar, analizamos brevemente alguna de sus primeras obras significativas tales como la remodelación de la plaza Carlos III con su museo hipogeo y las bodegas Marco Real, ambas obras en Olite. Seguidamente nos detuvimos en la obra que produjo un punto de inflexión en su carrera otorgándole "la quizá más incómoda sensación de sentirse reconocido" en palabras de Antonio Ortiz. Hablamos del Palacio de Congresos y Auditorio de Navarra (Baluarte) en Pamplona. Después pasamos a comentar las obras visitadas, algunas de ellas muy recientes como por ejemplo el Museo Arqueológico de Vitoria, el Centro Hípico en Ultzama, las Oficinas para Gamesa Eólica en Sarriguren, la tienda Idenor en Pamplona, etc. Finalmente surgieron las comparaciones entre sus obras iniciales y las más recientes, extrayendo las constantes y las evoluciones en cuanto a aspectos materiales, formales o programáticos se refiere. Planteamos muchas preguntas retóricas que sólo el tiempo será capaz de responder. Como contrapunto a un arquitecto vivo en plena efervescencia, saltamos al máximo referente de la arquitectura en el País Vasco desde el inicio de su carrera a finales de los años 60 hasta su fallecimiento, en abril de 2009: Luis Peña Ganchegui. Conocimos en primer lugar y con gran detalle muchos aspectos primordiales e influyentes de su obra, siempre muy ligados con el contexto físico y temporal donde se movía, para más tarde pasar a analizar varias de sus obras, tanto las visitadas como las viviendas colectivas en Mutriku, la Ikastola Hautzaro en Oiartzun, el almacén de la Unión Farmacéutica Guipuzcoana en Eibar, etc., hasta obras emblemáticas no visitadas tales como la Iglesia San Francisco en Vitoria-Gasteiz o las viviendas en Mondragón. De nuevo, por analogía entre sus obras y con otras de otros arquitectos conseguimos atar cabos que estaban sueltos.Finalmente, la tarde se nos echó encima y fuimos conscientes que se puede viajar en el tiempo sin moverse para seguir aprendiendo. Y como dicho viaje nos dejó un sabor agridulce por escasez de tiempo y la falta de movimiento, no nos quedó mas remedio que citarnos de nuevo en el Museo de Bellas Artes de A Coruña para seguir hablando... de Arquitectura.